miércoles, 2 de octubre de 2013

Olivo (Olea europaea)


Descripción
Su región de procedencia más probable es el mediterráneo oriental, entre los territorios de Grecia y Siria, donde su cultivo se inició hace más de 6000 años. El olivo está presente en la Península Ibérica e Islas Baleares en extensas plantaciones, fuertemente ligadas a la agricultura mediterránea y a la cultura de estas tierras. Es un árbol pequeño, perennifolio, perteneciente a la familia de las oleáceas. De hasta 15 m. de altura, posee un tronco grueso, a menudo corto, irregular y retorcido que gracias a su elevada longevidad alcanza grandes dimensiones. Las hojas son elípticas, enteras, estrechas y puntiagudas, verdes y lustrosas por el haz y blanquecinas por el envés. 
El acebuche (Olea europaea var. sylvestris) es la variedad silvestre, de características más rústicas, aunque sensible a las heladas, y da un fruto bastante más pequeño. Aparece acompañando a encinas, quejigos y alcornoques, y en formaciones de matorral junto al lentisco, mirto, palmito y espino negro.
Se cría silvestre, bien de forma aislada, bien formando acebuchales en las tierras bajas próximas al mar de las provincias del litoral mediterráneo y atlántico de la Península, así como en las Islas Baleares.
Florece entre mayo y julio. Las flores son blancas y pequeñas y se disponen en ramitos axilares.  
El fruto, la oliva o aceituna, es una drupa suculenta de forma y dimensiones variadas en función de la casta de olivo de que se trate. Puede medir entre 2 y 4 cm; verde al principio, precisa de un año para adquirir un color negro-morado en su plena madurez; es de sabor amargo y con un hueso muy duro que encierra la semilla. 
Su composición incluye agua (50%), aceite (22%), azúcares (19,1%), celulosa (5,8%), proteínas (1,6%) y cenizas (1,5%).
Coincidiendo con su período de fructificación entre septiembre y diciembre, la recogida de la aceituna se realiza en pleno invierno. Es una especie vecera, lo que condiciona la variabilidad de abundancia de frutos de una cosecha de un año a la del siguiente. Las hojas pueden recolectarse en cualquier mes del año y se conservan sin más preocupación que la de, una vez secas, guardarlas a cubierto y en lugar seco, siempre al abrigo de la humedad

El aceite de oliva.
Los frutos tienen en su parte carnosa una gran cantidad de aceite, reconocido mundialmente en las últimas décadas por sus cualidades tanto nutritivas como medicinales y cosméticas. Además, es una grasa que tarda mucho en enranciarse lo que le da un valor añadido en muchas aplicaciones. Rico en ácidos esenciales, contiene vitaminas A, D y K y más vitamina E que cualquier otro aceite. Su composición es la siguiente:
  • 73% de ácidos grasos monoinsaturados (ácido oléico)
  • 13,3% de ácidos saturados
  • 8,3% de ácidos poliinsaturados (ácido linoléico)
  • El porcentaje restante está formado por la Vitamina E, antioxidantes (polifenoles) y esteroles (como el b-sitosterol que ayuda a la absorción de colesterol)

Propiedades Cosméticas
Ya desde la antigüedad griegos y romanos conocían sus beneficios y elaboraban ungüentos especiales con las hojas del olivo y su aceite para los atletas y luchadores y para aplacar determinados trastornos cutáneos.
Sus principales propiedades son:
• Restaurador de  los niveles naturales de humedad de la piel (propiedades humectantes).
• Poderoso antioxidante para combatir la formación de radicales libres (anti-edad), gracias a su alto contenido en vitamina E (propiedad regenerante) volviendo la piel suave y flexible.
Protector de la piel frente a factores ambientales externos (protectora)
•Posee propiedades hidratantes, nutrientes, regeneradoras, suavizantes, relajantes, reafirmantes, emoliente, hipoalergénica, tonificantes y cicatrizantes, antiséptica, antibacteriano, de aplicaciones para la piel (al cutis le aporta hidratación previniendo la aparición de escamas secas)  y el cabello (actúa como reparador, nutre los secos y le aporta brillo)

Eccemas, dermatitis, descamaciones, piel seca, piel madura, piel sensible, piel grasa, bebés, infantil, alergias

El hueso de la oliva, machacado, es un perfecto exfoliante

Su fruto es una importantísima fuente nutritiva y un eficaz antioxidante, así como la hoja del árbol  reúne también un poder contra los radicales libres utilizándose la extracción del concentrado puro de la hoja, proporcionan una doble función anti-edad: protegen y reparan frente a las agresiones externas y el envejecimiento.

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